La conciliación bancaria no es obligatoria para las empresas, pero sí resulta muy recomendable para tener información real sobre su estado económico y para asegurarse de que los datos consignados en los libros y registros coinciden con los movimientos que se han producido en las cuentas bancarias.
Se trata de una operación sencilla de llevar a cabo de forma periódica y que presenta múltiples ventajas para todo tipo de negocios.
¿Qué es y para qué sirve la conciliación contable?
Llevar un escrupuloso control financiero de la empresa es importante para saber en cada momento de qué recursos dispone la misma, y si es previsible que pueda aparecer algún problema de liquidez.
La conciliación bancaria no es obligatoria dentro de la contabilidad de la empresa, pero sí es muy aconsejable. Se trata de un proceso de control que compara los apuntes contables con los movimientos reflejados en la cuenta bancaria.
Lo que buscamos es asegurarnos que las entradas y salidas de dinero que figuran en los libros de la empresa coinciden con los movimientos efectivamente producidos en las cuentas bancarias.
¿Para qué sirve la conciliación bancaria?
Detectar errores
Tal y como acabamos de señalar, una de sus primeras finalidades es la de detectar posibles descuadres entre la información reflejada en la contabilidad y los movimientos bancarios, con el fin de poder corregirlos cuanto antes.
Mayor control del rendimiento
Revisar de forma periódica las cuentas y contrastar sus datos con la información recogida en los libros principales ayuda a hacerse una mejor idea de la situación económica en la que se encuentra el negocio, lo que facilitará la toma de decisiones.
¿Cómo beneficia la conciliación bancaria a tu pyme?
La conciliación bancaria se realiza dentro de las auditorías internas que podemos realizar en nuestro negocio para estar al día de los ingresos y gastos. Cuando la llevamos a cabo correctamente, obtenemos los siguientes beneficios:
Mejora el control de los recursos
Para poder crecer, las empresas tienen que invertir, y lo habitual es que se financien con sus propios recursos económicos. En este sentido, la conciliación es útil para saber de cuánta liquidez se dispone y tomar decisiones con base en ello.
Mayor control de los pagos
Que un proveedor reclame el pago de facturas que la empresa creía que ya estaban pagadas no es algo inusual en ningún tipo de negocio. Este tipo de problemas surgen por errores humanos.
Al comparar el extracto bancario con los movimientos del libro mayor, podemos comprobar si realmente se ha producido el pago o si, por el contrario, este se llegó a anotar, pero no se hizo la transferencia.
Mayor control de los cobros
Con los cobros, sucede algo similar a lo que hemos expuesto para los pagos. Es fácil que una factura se dé por pagada en la contabilidad, pero que después se acabe descubriendo que no fue abonada en su momento.
De nuevo, al comparar las anotaciones contables con el extracto del banco, podemos verificar de forma fácil y rápida si hay facturas pendientes de cobro. Esto es importante para poder reclamar el pago lo antes posible y evitar con ello problemas de liquidez.
Mayor preparación ante una inspección
Ninguna empresa está exenta de pasar por una inspección por parte de Hacienda. En caso de que esta se llegue a producir, el trabajo de los técnicos será mucho más fácil si hay un documento de conciliación.
Al comparar la contabilidad con los movimientos bancarios reales, nos aseguramos de que todo está realmente en orden y de que pasaremos la inspección con éxito.
Tipos de conciliación bancaria
Conciliación bancaria individual o aritmética
Implica una comparación periódica de los movimientos bancarios a fin de detectar posibles diferencias entre el saldo registrado en los libros contables y el saldo bancario. Dado que se lleva a cabo de manera fácil y rápida, este es el método más empleado por la mayoría de las empresas.
En caso de que se detecte algún desajuste contable, este se corrige y se actualiza el saldo en el libro de bancos, consiguiendo así que todos los datos queden correctamente cuadrados.
Conciliación bancaria conjunta o contable
Lo que se hace es elaborar un documento que recoge toda la información referida a aquellos asientos que no cuadran para, a continuación, crear pólizas de corrección.
En función de quién sea el responsable de los errores (la empresa o el banco), este será quien deba hacerse cargo de las correcciones necesarias para que todos los datos estén en orden.
Como decíamos al principio, la conciliación bancaria no es obligatoria, pero puede ser de gran ayuda a la hora de cerrar correctamente cada trimestre y asegurarse de que todos los datos coinciden.
También es de utilidad a la hora de llevar un mejor control de la gestión empresarial, detectando posibles errores o descuadres, y procediendo a su revisión lo antes posible. Si tiene alguna pregunta sobre este tema, póngase en contacto con nuestros asesores fiscales en Barcelona.