Una empresa familiar se puede definir como aquella sociedad en la que una familia ostenta la dirección de la estrategia general y su control. En otras palabras, es aquella en la que una parte significativa del capital debe estar en posesión de un conjunto de sujetos interconectados por relaciones familiares.
Las empresas familiares son muy importantes en nuestro país, ya que componen gran parte del tejido empresarial. Es por ello que las normativas estatales y autonómicas determinan una serie de ventajas fiscales para los socios de empresas familiares que cumplan una serie de requisitos. Te los explicamos.
Beneficios de una empresa familiar a nivel fiscal
Los beneficios fiscales que se otorgan a los socios de empresas familiares se centran en dos figuras fiscales: el Impuesto sobre el Patrimonio y el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
Por un lado, las empresas familiares quedan exentas del Impuesto sobre el Patrimonio. Por el otro, se benefician de unas bonificaciones entre el 95% y el 99% para las adquisiciones mortis causa en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, según la comunidad autónoma.
Requisitos para que una empresa familiar se beneficie de los incentivos fiscales
- Estar constituida como sociedad mercantil (Sociedad Limitada o Sociedad Anónima).
- La entidad tiene que desarrollar una actividad económica.
- A nivel individual, la persona que ejerce el control de la empresa debe tener un mínimo del 5% de las acciones o participaciones de la sociedad. También existe la posibilidad de aplicarlo a nivel de grupo familiar, donde el cónyuge, los ascendentes, descendientes o colaterales de hasta segundo grado, ya sea por consanguinidad, afinidad o adopción deben tener, al menos, el 20% de las acciones o participaciones. En caso de la bonificación del ISD, también se incluyen hasta el tercer grado.
- Las retribuciones recibidas por la empresa familiar deben suponer la principal fuente de renta del sujeto pasivo (o de alguna de las personas pertenecientes al grupo de parentesco, si se aplica la regla del grupo familiar), es decir, que supere el 50% de sus rendimientos de trabajo y actividades económicas.
- Si se participa en más de una empresa que puede ser objeto de la misma exención, el cómputo de éste porcentaje debe efectuarse de forma separada para cada una, pero en este supuesto, no se incluyen los rendimientos derivados de las funciones de dirección en las otras entidades.
- También habrá que verificar que se ejecutan tareas de dirección efectiva en la sociedad.
Hay algunas regulaciones específicas que afectan a esos requisitos según la actividad principal de la empresa. Por ejemplo, las que se dedican al arrendamiento de inmuebles deben tener un mínimo de una persona contratada.
También merece ser comentado que los órganos de inspección de los tributos cada vez son más rigurosos al exigir la demostración de una gestión efectiva de la sociedad.
Para lograr una correcta planificación fiscal de tu patrimonio personal y familiar, y beneficiarte de los incentivos respecto al Impuesto sobre el Patrimonio y el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, resulta muy recomendable contar con los servicios de una asesoría fiscal especializada como GM Tax. Contacta con nosotros y te explicaremos cómo podemos trabajar juntos.